¿Qué es la libertad financiera?

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Qué es y cómo alcanzar la libertad financiera

 

La libertad financiera es un concepto que está de moda, y es que, en tiempos de incertidumbre económica como los que vivimos, la inflación, la inestabilidad laboral y otros problemas de índole social política pueden llegar a romper por completo con nuestro plan de vida que siempre hemos tenido en mente.

Tanto si eres residente extranjero como si eres ciudadano nacional, intentaremos en este artículo explicarte de forma clara y concisa que es la libertad financiera, qué beneficios tiene y qué palancas deben activarse para poder alcanzarla.

 

¿Qué es la libertad financiera?

 

La libertad financiera podría definirse como la capacidad que tenemos parta controlar nuestras finanzas de manera que seamos capaces de rentabilizar nuestros ahorros e inversiones para generar riqueza, y evitar la dependencia de los salarios o subsidios.

O dicho de otra forma, consiste en armarse de recursos económicos que nos permitan afrontar gastos sin problemas.

¿Suena muy bien verdad? Cierto, pero no es nada fácil. Alcanzar y mantener ese estado de bienestar financiero requiere de tiempo, esfuerzo, reflexión y conocimiento, que nos permita tomar decisiones acertadas y mover nuestro dinero de forma responsable.

 

 ¿Qué ventajas concretas tiene la libertad financiera?

 

Los 3 beneficios que podrás disfrutar son:

  • Independencia: tener el control de tus finanzas y generar ingresos desde distintas fuentes hará que no vuelvas a estar atado nunca más a una nómina o empresa. Si eres capaz de rentabilizar tu dinero, serás capaz de desvincularte de un pagador, y generar tu propia riqueza.
  • Salud: cuando las facturas, los pagos frecuentes o los imprevistos no son un problema, tu cuerpo y tu mente se liberan. Verás que no sufrirás estrés, ganarás en autoconfianza, y podrás plantearte un estilo de vida libre de presiones y preocupaciones.
  • Riqueza: tan simple como ganar más dinero, tener mayor capacidad para comprar, pagar o invertir. Cuida de ti y de tu familia con una economía responsable e inteligente. Disfrutarás de ingresos recurrentes desde distintas vías y podrás planificar tu vida con otra perspectiva.

 

Libertad financiera NO significa hacerse rico

 

En honor a la verdad, conseguir la libertad financiera no significa necesariamente que dejes de trabajar, que te prejubiles con 50 años o que vivas por encima de tus posibilidades.

Libertad financiera, en resumen, no es convertirse en rico.

De lo que se trata más bien es de rentabilizar tu dinero, de que el dinero que ahorras, valga más con el paso del tiempo, o de que pases de vivir con un salario, a vivir con varias líneas de ingresos.

¿No está mal no? Por supuesto, si eres capaz de gestionar de forma brillante tu dinero, de lograr captar fondos que te generan un plus importante de dinero, seguramente tu vida mejorará, podrás acceder a bienes más caros o reducir tu tiempo de trabajo, pero no siempre se cumple en todos los casos. Piensa en el medio-largo plazo.

 

Cómo alcanzar la libertad financiera

 

Aquí vamos a proponerte varias herramientas o consejos para mejorar tu economía y lograr la tan ansiada libertad financiera. Empezamos:

 

Ahorro + Reducir gastos superfluos

 

Haz un documento, detalla tus ingresos, tus gastos habituales, fijos y variables, y elabora un plan de ahorro. Este es el primer paso para sanear tus cuentas, y empezar con una base sólida que te permita siponer de dinero para ahorrar, invertir o lo que convengas hacer.

Lo que buscamos evitar es gastarnos la totalidad del dinero que ingresamos, y vivir con al agua al cuello mes a mes.

Hay varios métodos interesantes:

  • Por un lado, la regla 50-30-20, que nos dice no podemos gastar más del 80 % de nuestros ingresos, en concreto, podríamos destinar hasta un 50 % a gastos básicos e ineludibles, como el alquiler, hipoteca y tus facturas de suministros, y un 30 % a gastos de ocio, como comer fuera de casa, el gimnasio, alguna actividad o irnos de viaje.
    El 20% restante será el dinero que destinarás a ahorro, y que podrás invertir en nuevos activos o guardar para futuras inversiones.
  • Método SMART: se trata de un sistema que nos ayuda a marcar metas que, como sus siglas indican, deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y ser asumibles en un plazo concreto. Si ponemos ejemplos se entenderá mejor:
      1. Específico: Busca una meta concreta, que no se trate de ahorrar por ahorrar. Por ejemplo, establece el objetivo de pagar la entrada a un piso, o de tener un fondo mínimo para emergencias.
      2. Medible: Márcate un importe concreto de ahorro como 100€, 200€, o 500€, pero algo cuentificable y fijo.
      3. Alcanzable: Busca una meta realista. Si ganas 1,500€ al mes no trates de ahorrar 700€ ya que será complicado. Sé lo ambicioso que puedas pero dentro de tus capacidades.
      4. Relevante: Si tu ahorro va a suponer un gran esfuerzo, tus metas tienen que merecer la pena. Marca un objetivo potente, que te haga estar siempre motivado y no perder el control.
      5. Fecha límite: ponte una fecha para conseguir tu objetivo; esta es la manera de divisar tus avances, de motivarte y de lograr alcanzar lo que te propones.

Además, ¿qué ocurre si tu nivel de ingresos es bajo y no consigues ahorrar el 20% que marca la regla del 50-30-20? Algunos consejos que te pueden ayudar y que, con mucho esfuerzo deberás poner en práctica son:

  • Intenta hacer un consumo mínimo y/u optimizarlo en el agua, la luz o el gas para reducir los gastos básicos de suministros.
  • Busca una vivienda más acorde a tu situación económica y reduce el pago de alquiler.
  • Corta de raíz los gastos superfluos en ocio como la compra de ropa, suscripciones a plataformas que no utilizas mucho o intenta salir menos a comer fuera.

 

Saldar deudas

 

Tener deudas acumuladas es un gran escollo para fijarte un plan de ahorro. Verás que gran % de tus ingresos deben ir a parar a cuotas mensuales cargadas de intereses que debilitarán tu capacidad de ahorro. Si este es tu caso, lo que te recomendamos, conforme vayas ahorrando, es deshacerte de tus deudas y, lo más importante, no acumular más.

Esto implica evitar el uso de tarjetas de crédito y buscar recortar o acabar con las cuotas de tus préstamos bancarios o hipotecas cuanto antes.

Para tener libertad financiera no puedes deber dinero a nadie ni a ninguna entidad.

 

Conseguir nuevas fuentes de ingresos

 

Quizás ocurre que, en una fase inicial de tu plan para obtener libertad financiera, tus ingresos son más bajos de lo que necesitas para empezar a ahorrar e invertir. En este caso, tu deber es buscar nuevas vias de ingresos, ya sea buscando un segundo trabajo o bien conseguir ingresos pasivos que te generen poco a poco un dinero con el mínimo esfuerzo, como por ejemplo: participar en el crowdfunding de un proyecto o empresa, abrir y crear contenido en un blog de afiliación, crear un canal en youtube o twitch con contenido que te genere ingresos, habilitar un local o vivienda para alquiler turístico o de coworking, o lo más habitual que es comprar y vender en marketplaces de segunda mano.

Hay soluciones y formas de conseguir ese empujón extra a tus ingresos, ¡solo tienes que ser creativo y lanzarte!

 

Invertir con mentalidad conservadora

 

Aquí te traemos los 4 productos de inversión financiera conservadores que deberían estar en tu radar:

1. Cuentas de ahorro a tipo fijo:

No hay nada como la simplicidad de una buena cuenta de ahorro. Además, las cuentas de ahorro de alto rendimiento te ofrecen un interés decente por tu dinero, sin tener que preocuparte por perderlo en el camino. Es como poner tu dinero en piloto automático y ver cómo crece poco a poco.

2. Certificados de Depósito (CDs):

Los CDs son como el abuelo confiable de las inversiones. Básicamente, depositas una cierta cantidad de dinero en una institución financiera por un período de tiempo fijo, y a cambio, ellos te pagan intereses. Es una manera segura de obtener rendimientos sin preocuparte por las fluctuaciones del mercado.

3. Bonos del Tesoro:

¿Quieres invertir en algo respaldado por la plena fe y crédito del gobierno? Los bonos del Tesoro son tu respuesta. Son básicamente préstamos que le haces al gobierno y te pagan intereses por ello. Además, son considerados uno de los activos más seguros que puedes tener en tu cartera.

4. Productos inmobiliarios:

Aunque es un mercado muy variante y que fluctúa mucho más que otros dentro del mundo de las inversiones, se ha experimentado un boom a la hora de adquirir propiedades en estos últimos años. Uno de los principales fines de esta acción es la intención de alquilar para obtener una renta ya sea en modelo de alquiler de larga duración o bien en modelo de alquiler turístico (que puede tener ciertas restricciones y riesgos según la normativa de cada país).

 

Invertir sin miedo a perder

 

Si no te importa asumir algo o mucho riesgo y quieres intentar rentabilizar tu dinero al máximo, puedes invertirlo en activos financieros. Recuerda que no es lo mismo invertir en bolsa, que invertir en criptomonedas o en fondos de inversión inmobiliaria, es decir, cada producto de inversión tiene unas características y unos riesgos, por lo que debes analizarlos antes de definir tus estrategias de inversión. La rentabilidad, el riesgo y la liquidez están relacionados entre sí. En otras palabras, mientras más rentabilidad pueda darte una inversión, más riesgo tendrás que asumir y, por lo general, menos líquida será.

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Mary Martin

Mary Martin es economista especializada en educación financiera, Fintech y remesas. Lleva más de una década acercando las finanzas a los migrantes.

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